Está claro que hemos tenido un Agosto más lluvioso de lo normal (¡qué lástima!) y seguro que más de uno se ha encontrado con enormes charcos de agua por el arcén causando el tan temido aquaplanning.
Y nos preguntamos…pero… ¿qué es al aquaplaning, exactamente?¿podemos evitarlo?
El aquaplaning, a veces llamado acuaplaneo, es un fenómeno que se produce en días de lluvia cuando el suelo acumula agua. Según la Wikipedia, “ es la situación en la que un vehículo atraviesa en la carretera a cierta velocidad una superficie cubierta de agua en unas circunstancias que provocan la pérdida de control del vehículo por el conductor”.
En estas situaciones, el agua se acumula delante de los neumáticos a un ritmo mayor del que necesita el peso del coche para desplazarla. La presión del agua hace que el coche se levante y derrape sobre una fina capa de agua entre los neumáticos y la carretera. Estas circunstancias hacen posible que el coche pierda todo contacto con la carretera, y se puede producir un patinazo que nos desplace fuera del carril o carretera en el que estamos.
Evitar el aquaplanning, más allá de los consejos que ahora daremos, empieza por un buen mantenimiento de nuestros neumáticos. Es muy importante mantener los neumáticos con un nivel de inflado adecuado y en buen estado, algo de lo que ya hemos hablado a veces.
Una vez con la lluvia en carretera, debemos ralentizar la marcha cuando se conduzca en carreteras mojadas, y evitar los charcos e intentar conducir ‘siguiendo’ las huellas que van dejando los coches de delante (porque cuando pasan están secando en parte el asfalto).
Si aun así, el coche llega a hacer aquaplaning y derrapa, veamos qué hacer en caso de aquaplaning.
- NO frenar (lo sé… es difícil porque es lo primero que nos viene a la cabeza)
- Levantar el pie del acelerador y que la velocidad del coche disminuya hasta que tengamos la sensación nuevamente de que las ruedas de nuestro vehículo están en contacto con la carretera.
- Una vez notemos que el coche está en contacto con el suelo otra vez, podemos empezar a frenar de forma suave y regular. Sin ser bruscos. Hay que bombear el freno (como hemos explicado antes)
Lógicamente, es fundamental que no cunda el pánico ante una situación de estas, ya que aunque realmente sepamos cómo actuar, el miedo puede paralizarnos o hacer que hagamos maniobras inapropiadas. Os invitamos a repasar los consejos para conducir con lluvia y, una vez más y como siempre, os recomendamos no coger el coche si prevéis que las condiciones meteorológicas os impedirán circular con normalidad.